Poicephalus (yuyus)

Poicephalus senegalus
(Lorito de Senegal o yuyu)


- Clasificación.

El Poicephalus senegalus o lorito del Senegal (yuyu) es la especie más popular del género Poicephalus y una de las más criadas en cautividad. Este género pertenece al orden de los Psitaciformes y dentro de éste a la familia Psitácidas y comprende 9 especies: P. senegalus, P. meyeri, P. rufiventris, P. robustus, P. rueppelly, P. gulielmi, P. flavifrons, P. crassus y P. cryptoxanthus. La especie P. senegalus a su vez presenta tres subespecies, P. senegalus senegalus, P. senegalus mesotypus y P. senegalus verstery.

- Distribución y hábitat.

Su área de distribución abarca toda África occidental, principalmente en Senegal, República de Guinea y Malí, extendiéndose desde Senegal hasta el norte de Camerún, suroeste de Chad y sudoeste de Nigeria. Se encuentran en las zonas más boscosas y húmedas de África occidental, habitando en las sabanas arboladas. Allí se alimentan principalmente de semillas, frutas e higos. Se suelen ver en grupos de 10 a 25 individuos, solos o en parejas cerca de los cultivos de maíz, cacahuetes y mijo, lo que es considerado como una plaga para los agricultores de la zona. Anidan en troncos secos y huecos.

- Descripción P. senegalus mesotypus.

Visualmente machos y hembras tienen las mismas características físicas, es decir, no presentan dimorfismo sexual, si bien en algunos casos pueden presentar unas sutiles diferencias entre machos y hembras.

Miden aproximadamente unos 23 cm. de altura desde la cabeza hasta la cola y pesan en edad adulta unos 130 - 150 gramos. Su color verde es predominante en toda la parte del lomo con variaciones de la tonalidad del verde en las rabadillas, coberteras, muslos y parte superior del pecho. La cabeza es de un color grisáceo más oscura en la parte superior y más clara en la parte inferior cerca del cuello. En la parte del abdomen y zona inferior el color es amarrillo con tintes naranja, el pico es de color grisáceo casi negro mientras que las patas son rosadas y grises.

- Mantenimiento.

Lo mejor seria instalarlos en jaulas lo suficientemente amplias como para permitir que hagan ejercicio. Yo tengo alojada la pareja en una jaula de 60 X 80 X 80 con nido exterior.
Deben de estar resguardados de las heladas y de las corrientes de aire frío.
Cuando son jóvenes se pueden mantener varios en voladeras amplias, pero para la cría lo mas aconsejable es alojados por parejas, pues se vuelven agresivos y territoriales.
En algunos aviarios se crían en colonias y si disponen del espacio necesario también puede dar buenos resultados.

- Alimentación .

Se les debe suministrar una mezcla de semillas variada, fruta y verduras todos los días. Entre estas semillas estarían el mijo blanco, amarillo y rojo, alpiste, cacahuetes, avena pelada, pipas de girasol, cañamón, arroz, etc. También debemos ofrecerles semillas germinadas y complementos minerales (grit, hueso de sepia, bloques minerales), pienso extrusionado etc. etc., aunque siempre es imprescindible el suministro de fruta y verdura.

- Reproducción.



Como el dimorfismo sexual no es evidente, el método más fiable para averiguar el sexo es el del ADN. También se podría ver por endoscopia.Los criadores experimentados aprecian en algunos casos diferencia entre hembras y machos, que aunque no al cien por cien, suelen dar sexajes positivos. Es el caso de la diferencia de tamaño tanto en la cabeza como en el pico, siendo más grande la cabeza y más ancha la base del pico en los machos que en las hembras. Otra buena característica por la que podemos determinar el sexo es la V formada por los diferentes colores del plumaje del pecho; en el caso de las hembras ese dibujo se alarga considerablemente, llegando el vértice del mismo hasta la parte baja del abdomen. En el caso de los machos se queda a medio camino y no suele pasar de la línea imaginaria que separa el pecho del abdomen. Si nos fijamos en la fotografía del encabezamiento veremos perfectamente estos detalle, a la derecha la hembra y a la izquierda el macho.
Las hembras son maduras sexualmente a los 2 años mientras que los machos lo son a los 3. Ponen de 2 a 3 huevos en días alternos y el período de incubación es de 25 – 28 días, siendo la hembra alimentada por el macho hasta la eclosión. A partir de los 65 días de edad ya comienzan a salir del nido. Las dimensiones del nido será de 20 x 20 x 40 cm. aproximadamente, con una entrada de 8-9 cm. de diámetro.

Si lo que queremos es criar a la prole a mano esperaremos unos diez o quince días para retirarlos de los padres, con ello conseguiremos que se desarrollen en su primera fase con las defensas que les aportan los padres en el proceso de embuchado. Las crías nacen con un día de intervalo entre ellas. Rodeadas de un suave plumón y completamente desprotegidas hasta que con el paso de los días lo van perdiendo para dar paso a los cañones del plumaje definitivo. El peso de una cría al nacer ronda los 7 / 8 gramos. Para cerciorarnos que el desarrollo es el apropiado podríamos intentar controlar el aumento de peso diario. Las inspecciones del nido deben ser rutinarias y breves, en ellas aprovecharemos para comprobar que todo está en orden, comprobaremos que las crías tienen comida en el buche y que se desarrollan con normalidad y si nos es posible controlaremos el peso de las mismas. Hay que procurar no molestar mucho a los padres, pues corremos el riesgo de que dejen de alimentar a la prole. Es una buena medida ir tomando nota de todo lo que va sucediendo dentro del nido durante el crecimiento de la prole.

- CITES. En la actualidad está incluido en el apéndice II (o anexo B) del convenio CITES.

- Mutaciones.

No existen gran variedad de mutaciones de esta especie. Hay noticias de arlequines, Isabela, lutinos, y colores pastel, aunque no es fácil verlos. Lo aconsejable es criar siempre con animales puros de la misma subespecie. Para saber si nos encontramos ante un yuyu joven o adulto debemos mirar sus ojos, en los jóvenes aparecen completamente negros, mientras que en los adultos la pupila de color negro está rodeada de un círculo amarillo. Este tipo de psitácidas no requieren de cuidados e instalaciones especiales, son sumamente agradecidos y poco exigentes a la hora de mantenerlos y reproducirlos. Si les facilitamos unas buenas instalaciones, un nido apropiado, una buena y variada alimentación, y todo acompañado de un ambiente tranquilo, seguramente en un plazo corto de tiempo se animaran a procrear llenando de satisfacción a su cuidador.

Como papillero reúne todas las condiciones para ser la mascota ideal, sumamente cariñoso, extrovertido, juguetón y poco exigente además de encontrase a precios bastante asequibles. Después del Yaco es sin duda el loro africano más comercializado y criado en cautividad. Puede llegar a decir frases enteras y a silbar canciones. Gracias a su tamaño se le considera una mascota tranquila y muy manejable cuando es criado a mano (papillero), no son ruidosos, son muy juguetones y crean un vínculo muy afectivo con los miembros de la familia.


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Poicephalus meyeri
(Lorito de meyer)